martes, 14 de junio de 2011

Que pueda

que las gaitas no callen en otoño
y las notas sean siete veces siete
que los lirios vuelen
están hechos de viento
y el mar descargue su ira contra el muro
que atosigue de sal los fusiles
y los oídos de caracol
que en los asilos
los locos sean internados de locura
y baste el vino para lograr la razón
que pueda él dejarme como un buey
arrastrando los montes del pasado
la mirada de vidrio frente al tren
despavorido
al molinete y su mercado
a los buitres sobrevolando el David

ÁLVARO OLMEDO

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