Nuestros ríos se quebraron.
Se derritieron las palabras.
Las miradas hirvieron,
creció el mundo,
se pobló el corazón
con otros corazones.
Y siguieron fluyendo las aguas
de otros cauces sin fisuras.
No me permito olvidar
que nos ha separado la muerte.
Promesa cumplida.
Tarea completa.
Enterrado este cadáver.
Se derritieron las palabras.
Las miradas hirvieron,
creció el mundo,
se pobló el corazón
con otros corazones.
Y siguieron fluyendo las aguas
de otros cauces sin fisuras.
No me permito olvidar
que nos ha separado la muerte.
Promesa cumplida.
Tarea completa.
Enterrado este cadáver.
SEBASTIÁN OLASO
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